El método Estivill tiene hoy en día seguidores que garantizan su eficacia para “dormir bebés plácidamente”. Mientras que hay otras posturas que arrojan como mejor al método González o simplemente confiar en el instinto como padres.
Si bien, después del nacimiento del bebé, los padres y principalmente la madre intenta recuperar el cansancio y esfuerzo de la gestación y parto, sin embargo, la exigencia del niño sobre todo en horas nocturnas, puede motivar a un padre a buscar un método para que el dormir sea un tiro al piso.
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¿Qué es el método Estivill?
Este método se popularizó a partir de 1996 cuando el medico Catalán Eduard Estivill en colaboración con Sylvia de Béjar, publicaron un libro titulado “Duérmete, niño” indicando una serie de pasos y/o procedimientos para solucionar el insomnio y trastornos de sueño en niños.
El método Estivill es un método conductista, bastante estricto que consiste en educar el sueño del bebé a partir de una serie de pasos específicos y tiempos que sin importar si el niño llora (¡y va a llorar!), permitan ir educando una conducta independiente desde pequeño.
Pese a la popularidad del método, éste fue propuesto con anterioridad por el medico estadounidense Richard Ferber en 1980 indicando pasos para que los bebes duerman por su cuenta sin la presencia de los padres.
¿Cómo aplicar el Método Estivill para dormir bebés?
El método consiste en que una vez que el bebé cumpla los 6 meses, el padre le prepare su propia habitación, disponga de una serie de condiciones ambientales adecuadas como temperatura, ruidos y luminosidad para que ésta sea cálida, armónica y deseable para dormir.
La primera noche, se debe descartar cualquier necesidad como hambre, sed y cólicos que afecte que llore. El bebé se introducirá en su cuna (verificar que tenga las condiciones de seguridad) despierto, se le dará una charla que consta de 30 segundos donde se le indicaran los cambios: “a partir de hoy cariño vas a dormir solo”.
Una vez que el padre se despide afectuosamente, el adulto sale de la habitación. Lo mas probable es que el bebé llore, buscando el consuelo del padre, por lo que Estivill propone una tabla de tiempo, especificando los minutos en el que debe ingresar el padre a la habitación (esto dependerá del día).
Una vez cumplido el tiempo y el padre regrese a la habitación del bebé, no deberá calmarlo ni cargarlo entre sus brazos, es allí cuando le hablara por 10 segundos algo como “mi bebé es hora de dormir” y posteriormente deberá abandonar la habitación.
Aplicando esta técnica, todos los días, al pie de la letra, al cabo de 7 días aproximadamente, el bebé debería de dormir solo en su habitación plácidamente sin la presencia de sus padres de 10 a 12 horas seguidamente, solo siendo interrumpido por la alimentación de los padres.
¿Riesgos o prejuicios de dejar llorar al bebé?
Según el neuropsicólogo Shore Allan, cuando un bebé clama por atención y afecto de sus padres y no es resuelta sus necesidades, se pueden generar dos tipos de respuestas:
- La excitación y agitación visible acompañada de llantos, gritos y expresiones del bebé.
- El desprendimiento de estímulos externos para concentrarse en su yo. Es esta opción de disociación la que hace posible que el método conductista de Estivill funcione, debido a que el niño busca con suplicas la atención y al presentar restricción del afecto, simplemente calla.
Algunos niños en la desesperación por atención, pueden llegar a vomitar, lo que representaría el extremo de su angustia, sin embargo, es común que los niños puedan inducir al vomito.
Una “Declaración sobre el llanto de bebé” en España, hace énfasis en el sufrimiento del bebé cuando es abandonado al llanto, sufrimiento que sienten sus padres, por lo que puede resultar en desconsuelo y desesperación.
Por su parte, los que apoyan métodos de apego afirman que acudir a los llantos del bebé contribuyen a su desarrollo de autonomía y seguridad, al expresar sus necesidades y ser satisfecho por otros.
Mientras que, si no se acude, hace entender al bebé que sus necesidades y atenciones no son importantes, lo que hace que se vuelva más dependiente a otros, por lo que dormir con los padres, mejora sus relaciones.
Método González y Bilbao
El pediatra Carlos González y autor del libro “bésame mucho” expone que hay que brindarles todo el cariño a los bebés sin mimarlos en exceso, da importancia a la práctica del colecho y su relación con los antepasados. Es un tipo de crianza y hábitos de sueño basada en el apego.
Según González, los humanos cuando eran nómadas, los bebés que no lloraban eran víctimas de depredadores, mientras que si lloraba con fuerza por largo tiempo su madre vendría al rescate, por lo que de allí derivan que los bebés lloren, y lloren tanto.
Por tanto, los bebés requieren dormir en compañía de sus padres, lo que le permitirá estar tranquilos y no desvelarse. González propone que el dormir por la noche es una conducta innata de todos, por lo que si el niño llora se le debe consolar para satisfacer sus necesidades y atenciones.
Por su parte, el psicólogo y neuropsicólogo Álvaro Bilbao publico para 2017 un libro titulado “todos a la cama” donde señala que “a los bebés no se les duerme, se les ayuda a conciliar el sueño con amor y confianza”.
Propone una alternativa distinta al método Estivill y al colecho de González para los padres que piensan que son las únicas alternativas.
Su método consiste en que durante el día se pueda satisfacer la carga emocional del niño en distintas actividades como ir al parque, a las compras, hacer tareas escolares, leer cuentos o recibir muchos abrazos.
En la noche el padre entrará a la habitación con el hijo, pero establecerán el silencio como norma, hasta que el niño se quede dormido.
Según Bilbao, un niño que no recibe la satisfacción emocional seguramente se despertara en la noche con la intensión de demandar el afecto. Lo que puede implicar trastornos de sueños y pesadillas.
Hábitos del sueño
Los hábitos de sueño se van configurando conforme el bebé se desarrolla, permitiéndole descansar y coordinar horarios de levantarse y acostarse (considerando la edad). Por ello, para un recién nacido se espera que duerma aproximadamente 17 horas diarias, despertándose para comer principalmente.
Con mes y medio, el patrón de sueño se ve afectado por la presencia de la luz, por lo que el sueño del bebé se concentra mas en las noches hasta los 3 meses cuando el 70% de ellos duermen aproximadamente 5-7 horas.
A partir de los 3 o 4 meses el bebé experimenta un alargamiento progresivo del ritmo biológico, se relaciona con su entorno identificando casi por instinto las horas de comer y baño, permanece despierto en su cuna.
A los 6 meses debería dormir solo, sin ayuda de padres y durante toda la noche (6-12 horas seguidas). Si se despierta en la noche, se vuelve a dormir solo, lo que resulta un alivio para los padres. A este descanso nocturno se le suman pequeños descansos diarios después de las comidas básicamente.
Estos hábitos de sueños deben ir acompañados de un rutina o manera de hacer las cosas que permita ir condicionando al niño a prepararse para el ciclo del sueño durante el día y en la noche. Posteriormente de 6 a los 12 meses, duerme al menos 12 horas sin interrupciones por comida.
Su ciclo de sueño comienza a ser mas semejante a un adulto, en este momento el niño ya tiene afianzado su rutina, ya sea jugar con algunos juguetes, ver un libro de dibujos o entretenerse con un cuento que le permite conciliar el sueño por sí solo.
Post parto: insomnio y cansancio
Básicamente una vez que el bebé ha nacido, los tiempos para descansar para la madre se verán satisfechos con dormir lo suficiente y cómodamente, aunque por lo general no es así. Los primeros días después del parto suelen ser bastantes exigentes por lo que pudiera presentarse la fatiga.
Durante el post parto “descansar” no siempre significa dormir, pero si, hacer actividades que relajen a la mujer como leer o escuchar música. Conceder al cuerpo y mente, el descanso que exige es necesario, mientras se adapta a la nueva rutina diaria, sobre todo si hay lactancia materna.
Por ello, la mujer debe rodearse de familiares y amigos que le faciliten el apoyo, asimismo como ir recuperando el sueño cuando el bebé duerma. El uso de complementos vitamínicos también podría ser de utilidad para ayudar a recobrar las fuerzas.
Por ello, una vez que el bebé ha cumplido los 6 meses o un poco antes la madre busca instaurar en su pequeño un habito de sueño que le permita dormir toda la noche a gusto, muchas veces optando por el método Estivill, el método González o el método Bilbao si el niño presenta trastornos de sueño.
Trastornos del sueño de la infancia
Los trastornos del sueño se refieren a aquellas conductas anormales al momento de dormir. Un niño de 3 meses ya suele dormir un poco más de 5 horas durante la noche, aunque puede experimentar periodos de despertares que por lo general son temporales.
Sin embargo, hay casos cuando estos periodos de despertares parecen no estabilizarse con el tiempo, es cuando surgen los problemas del sueño. Por ello, los trastornos de sueño infantil se dividen en tres: dificultad para dormir en las noches, narcolepsia y conductas nocturnas.
El mal humor, la somnolencia, falta de concentración, tensión, cansancio físico y mental son algunas de las alteraciones que afectan la convivencia del niño en el ámbito escolar, familiar y social. A medida que crece su ciclo de sueño se hace mas estable y predecible apareciendo propiamente los sueños y pesadillas.
Dificultad para dormir en la noche
La dificultad para dormir en la noche puede proceder de insomnio, síndrome de piernas inquietantes o síndrome de retardo de fase que se describirán brevemente:
Síndrome de piernas inquietantes
Este síndrome se caracteriza por la sensación urgente de mover las piernas en situaciones de reposo, lo que puede provocar insomnio y cansancio durante el día. Se atribuye que puede deberse a predisposición familiar. Hay médicos que recomiendan un suplemento de hierro.
Insomnio
El insomnio se caracteriza por la dificultad para iniciar o mantener el sueño, lo que puede alargarse por un tiempo. Este es uno de los trastornos mas frecuentes en los niños, cuando tarda para conciliar el sueño presentando ansiedad y resistencia al ir a la cama.
También se asocia el insomnio a actividades durante el día que le impiden la calidad del sueño como café, actividad física, móviles o vídeo juegos. Estas distracciones deben ser solventadas.
Síndrome del retardo de fase
Este síndrome altera el ritmo del sueño, se manifiesta en niños mayores de 10 años, primero presenta insomnio al dormir, y posteriormente dificultad para levantarse en la mañana, lo que produce un día de cansancio, falta de atención y somnolencia.
Narcolepsia
Este trastorno produce somnolencia diaria, sin embargo, es poco frecuente en la infancia, pero se caracteriza por experimentar vivencias pasadas como reales que se despiertan por una emoción y desencadenan tensión muscular e inmovilidad. En su estado crónico requiere tratamiento médico y hábitos de sueños.
Conductas nocturnas
Algunas conductas nocturnas que impiden el sueño son sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas, síndrome de la apnea-hipopnea destructiva del sueño y movimientos rítmicos, en breve se describen:
Pesadillas
Un niño que tiene pesadillas se despierta por completo durante la noche, esto no debiera de presentar ningún inconveniente sobre todo si se expuso a un contenido violento o terrorífico antes de dormir o si hay periodos de tensión frecuente en el niño como exámenes, una mudanza o abusos.
Los padres no pueden evitar las pesadillas, pero si proveerles de consuelo y ayudarle a relajarse al momento de dormir.
Movimientos rítmicos relacionados al sueño
Cuando el niño aun no tiene el año, puede comenzar a presentar movimientos repetitivos en distintas partes del cuerpo como la cabeza, extremidades y en todo el cuerpo, movimientos que conforme crecen desparecen, pero pueden dificultar conciliar el sueño.
Terrores nocturnos y sonambulismo
Los terrores nocturnos se parecen a las pesadillas, pero son mas escalofriantes. El niño experimenta el sueño como real, se despierta a mitad de la noche, con gritos, sudores, sollozos y agitación, sin responder a estímulos externos como con el sonambulismo.
Al rato, vuelve a quedarse dormido pero una vez que se despierta no recuerda nada de lo que hizo. Sin embargo, el sonambulismo permite a la persona caminar por la casa estando dormidos alrededor de un 15% de los niños lo experimentan entre edades 5 a los 12 años.
Síndrome de la apnea-hipopnea obstructiva del sueño
Es un trastorno respiratorio que se produce durante el sueño y se caracteriza por obstrucción completa o parcial de las vías respiratorias superiores donde las partes blandas de la garganta se colapsan y se cierran. La persona presenta unos ronquidos característicos.
Es un síndrome que requiere atención, algunas causan son amígdalas grandes, reflujo gastroesofágico, obesidad y enfermedades neurológicas. El medico puede sugerir extirpación de amígdalas.
Opiniones y contradicciones
Realmente el método de Estivill es ¿infalible?, si se toma en cuenta las pocas referencias de estudios científicos que certifiquen el método. Según Estivill, se evaluaron un total de 823 niños con un 96% de casos satisfactorios.
Pese a esta falta de fuentes bibliográficas, las criticas se centran en el riesgo de abandonar al bebé al llanto, lo que hace que surjan otros métodos con propuestas mas humanistas como González y Bilbao, que apuestas al contacto físico.
Los niños requieren de hábitos de sueños saludables para no incurrir en algún trastorno desagradable y perturbador que afecte su calidad de vida y que asimismo les permita a los padres recuperar la energía diaria por las noches.
Pese a que los puntos de vistas, experiencias y opiniones que son válidos, para quienes han probado los distintos métodos, más allá de su eficacia, los padres quieren conocer las consecuencias que a largo plazo acarraría o no un determinado método.
Ser conscientes que lo que le funciona a un bebé puede no ser útil para otro, es manifestar la diversidad que nos une, por lo que los requerimientos y problemas asociados a cada niño son individuales e interdependientes de otros.
Afirmar que un método realmente funciona, cuando tu hijo llora desconsoladamente a las 3 am, aunque al 7mo día dejo de hacerlo, no sabría decir si valió la pena. Cada padre tiene la potestad de aplicar el método que vea que le convenga a su hijo.
A los padres e hijos que le funciona el método Estivill, bravo, y a los que no, consulten a un médico, intenten con otro método o simplemente déjense llevar por su instinto maternal, eso inherente a ser padres y proteger a nuestros hijos en algunos casos suele ser la mejor técnica.
Recomendaciones generales
Permitir que el niño duerma con los padres debido a trastornos de sueño refuerza el comportamiento.
Exponerlo a actividades como vídeo juegos justo antes de dormir, alimentarlo muy tarde o reprenderlo excesivamente (cuando va a dormir) suelen ser medidas que colaboran con la conciliación del sueño.
Promover una rutina al dormir, que incluya palabras suaves y amenas, ofrecerle un muñeco o peluche y condiciones en la habitación adecuadas, puede ser parte de las medidas para ayudar al bebé a conciliar el sueño.
Las opiniones, propuestas y recomendaciones suscitas en este artículo, son de carácter informativo, para aplicación de algún método, se debe consultar con el especialista.